
El sector del transporte pesado en Ecuador enfrenta una nueva crisis tras la eliminación del subsidio al diésel, cuyo precio se disparó de 1,79 a 2,80 dólares por galón. Esta decisión del gobierno, implementada mediante el Decreto Ejecutivo 126, fue inesperada y generó un impacto económico significativo para los transportistas, quienes ya lidian con una baja demanda y altos costos operativos. Ángel Macías, presidente de la Federación Nacional de Cooperativas de Transporte Pesado de Ecuador (FENACOTRAPE), expresó la preocupación del gremio y la urgencia de hallar soluciones para mitigar estos efectos adversos.
Además del aumento de precios, la inseguridad en las carreteras ha agravado la situación de los transportistas. Asaltos frecuentes en rutas peligrosas complican la operatividad, obligando a los conductores a restringir sus horarios de trabajo. Esto limita su capacidad para realizar entregas, incrementando aún más los costos y tiempos de transporte. Aunque el aumento del IVA al 15% fue implementado para financiar la seguridad, los transportistas consideraron que estas medidas no han controlado la delincuencia ni han aliviado sus problemas económicos.
El descontento del sector se ha manifestado en acciones como la realización de un plantón pacífico en la vía Manta-Rocafuerte, en el cual se exigió al gobierno escuchar sus demandas. Macías ha resaltado la importancia de trabajar conjuntamente con el gobierno para encontrar soluciones que no trasladen el aumento de costos a la canasta básica. Las propuestas incluyen la reducción de aranceles a repuestos y devolver el IVA para aliviar la carga económica de los transportistas. Aún no se descartan nuevas manifestaciones si sus demandas no son atendidas.