El presidente colombiano Gustavo Petro anunció la concesión de la nacionalidad colombiana a Jorge Glas, exvicepresidente de Ecuador, quien se encuentra recluido en la Cárcel La Roca, en Guayaquil. Esta decisión ha generado un gran revuelo dentro y fuera de Ecuador, especialmente porque Glas tiene múltiples condenas por corrupción. Petro afirmó que el otorgamiento de la nacionalidad es un paso hacia la paz en la región, aunque su mensaje original fue rápidamente borrado de las redes sociales.
Glas, quien acumula tres sentencias relacionadas con casos de corrupción, respondió afirmativamente a la pregunta de si juraría cumplir con la Constitución colombiana, a pesar de sus problemas legales en Ecuador. Este acto se suma al intento previo de México de intervenir en su caso, donde Glas solicitó asilo político alegando persecución. La respuesta de Ecuador a las intenciones de México y ahora de Colombia ha sido firme, reafirmando la solidez de su marco legal.
La situación de Jorge Glas continúa desarrollándose en un contexto de tensión política. La intervención de Colombia añade una nueva capa al conflicto, generando interrogantes sobre el respeto a la soberanía ecuatoriana y el papel de los gobiernos latinoamericanos en la resolución de asuntos judiciales. Esta noticia podría tener implicaciones significativas en las relaciones diplomáticas entre Ecuador, Colombia y México.
