
La eliminación del subsidio al diésel en Ecuador ha generado una fuerte reacción en el sector del transporte terrestre, especialmente en Pichincha. Los transportistas decidieron suspender sus actividades a partir de la medianoche del 15 de septiembre de 2025, como respuesta a un sorpresivo decreto del gobierno que afectó su operación. La decisión fue tomada en una asamblea general, donde los líderes del sector expresaron su descontento ante la falta de comunicación por parte de las autoridades nacionales, enfatizando que la situación requiere un diálogo inclusivo y efectivo para abordar temas cruciales como el subsidio al combustible.
Sin embargo, tras intensas negociaciones, los transportistas optaron por suspender la paralización y priorizar el diálogo. Durante una reunión con representantes del gobierno, se solicitó la creación de mesas técnicas para evaluar la compensación de 700 galones establecidos, que fue considerada insuficiente. En respuesta a las peticiones del sector, el gobierno habilitó puntos de atención presencial en todo el país para facilitar el acceso a las compensaciones económicas, buscando mitigar el impacto del reciente aumento en el precio del diésel, que ha llevado a un alza en los costos operativos y de la canasta básica.
En medio de esta crisis, los transportistas han manifestado preocupaciones sobre la inseguridad y el impacto de las plataformas digitales en su sector. A pesar de suspender la paralización temporalmente para evitar afectar a la ciudadanía, los transportistas continúan en sesión permanente, listos para convocar nuevas asambleas si las medidas no cumplen con sus expectativas. La situación sigue siendo delicada, ya que el sector enfrenta la posibilidad de incumplimiento de las compensaciones, lo que podría llevar a nuevas protestas si la crisis no se resuelve de manera efectiva.