
El 15 de septiembre de 2025, Ecuador enfrenta una crisis de transporte debido a las protestas del gremio de transportistas. Estas manifestaciones son en respuesta a la reciente decisión del presidente Noboa de eliminar el subsidio al diésel, lo que ha causado un incremento significativo en el precio del combustible, subiendo de USD 1.80 a USD 2.80 por galón. Esta medida ha generado un descontento generalizado, llevando a los transportistas a cerrar vías en diversas provincias e interrumpir el tránsito.
Las provincias más afectadas incluyen Carchi y Santo Domingo de los Tsáchilas, donde las paralizaciones han sido más severas. Vías clave como La Paz-Bolívar y Santo Domingo-Patricia Pilar están completamente bloqueadas, afectando la movilidad en todo el país. Además de las protestas, se han reportado cierres por deslaves y otras condiciones naturales, lo que complica aún más la situación de transporte en Ecuador.
La respuesta del gobierno incluye la habilitación de puntos de atención presencial para ayudar a los transportistas a acceder a incentivos y compensaciones. Sin embargo, la oposición ha criticado la eliminación del subsidio, sugiriendo que el gobierno debería explorar alternativas menos perjudiciales. Este conflicto ha resaltado la necesidad de un diálogo nacional para abordar los problemas económicos del país y mitigar el impacto en la población más afectada.