
La reciente eliminación del subsidio al diésel por parte del presidente Daniel Noboa ha provocado una fuerte reacción entre los partidos opositores en Ecuador. A partir del 13 de septiembre de 2025, el precio del diésel se elevará de USD 1,80 a USD 2,80 por galón, lo que ha generado preocupaciones acerca de sus posibles efectos inflacionarios y el impacto en sectores productivos. Organizaciones como Renovación Total (RETO) y el Partido Social Cristiano (PSC) han criticado esta decisión, señalando que podría agravar las ya difíciles condiciones económicas que enfrentan muchos ecuatorianos.
RETO, liderado por el asambleísta Raúl Chávez, argumenta que esta medida podría elevar el costo de la canasta básica familiar y perjudicar la recaudación tributaria. Además, cuestionan la falta de transparencia en el uso de los recursos obtenidos de aumentos previos del IVA. En respuesta, propondrán alternativas que incluyen revisar exenciones tributarias y convocar a un diálogo nacional para alcanzar soluciones consensuadas que alivien la carga económica sobre los ciudadanos.
Por su parte, el PSC aboga por una focalización más efectiva de los subsidios, sugiriendo que deberían beneficiarse sectores específicos como el transporte público y los pequeños agricultores. Resaltan que actualmente un alto porcentaje de la población sufre de pobreza crítica y que es fundamental aplicar medidas para evitar un deterioro mayor de las economías populares. Ambas organizaciones coinciden en que el gobierno debe reconsiderar esta eliminación del subsidio al diésel para evitar impactos severos en la población más vulnerable.