
La eliminación del subsidio al diésel, que elevó el precio de 1,80 a 2,80 dólares por galón, ha provocado una fuerte reacción en la política ecuatoriana. La bancada de la Revolución Ciudadana (RC) está impulsando un debate en la Asamblea Nacional para revertir esta medida, que consideran un golpe directo al bolsillo de los ciudadanos. El asambleísta Juan Pablo Molina, de RC, ha solicitado incluir en la agenda del pleno del 16 de septiembre una resolución para rechazar el incremento de combustible y que el presidente Daniel Noboa deje sin efecto la eliminación del subsidio.
Molina argumenta que la medida, efectiva desde el 13 de septiembre hasta el 11 de diciembre, tendrá un efecto negativo en los sectores productivos y de transporte, generando un aumento de los precios de alimentos y productos básicos. El Gobierno ha defendido la eliminación del subsidio como un paso necesario para redirigir 1.100 millones de dólares hacia un ‘escudo social’ que incluye beneficios para familias vulnerables. Sin embargo, la oposición considera que los efectos inmediatos serán devastadores.
El debate programado para el 16 de septiembre promete ser un punto culminante en la disputa entre el Ejecutivo y la oposición de la Asamblea Nacional. La Revolución Ciudadana planea buscar los votos necesarios para aprobar una resolución de rechazo, a pesar de reconocer que no cuentan con una mayoría favorable. Este choque político pone de manifiesto las tensiones en torno a la política de subsidios y el impacto que estas decisiones tienen sobre la calidad de vida de los ecuatorianos.