La asambleísta de la Revolución Ciudadana, Nuria Butiñá, rechazó las acusaciones de cobro de diezmos presentadas por su colega Mishel Mancheno de ADN. La denuncia fue hecha el 22 de agosto de 2025, alegando que Butiñá solicitó un porcentaje del sueldo a un excolaborador. Butiñá afirmó que esta acusación es parte de un complot destinado a desacreditar su gestión y desviar la atención de escándalos de corrupción que afectan a otros miembros de la Asamblea.
Butiñá defendió su liderazgo al declarar que el excolaborador, Sergio Peña, fue despedido por no cumplir con las expectativas de su cargo. Según Butiñá, Peña generaba problemas dentro del equipo y buscaba desestabilizar su trabajo. La asambleísta está dispuesta a colaborar con las investigaciones para demostrar la falsedad de las acusaciones y reafirmar la transparencia en su gestión.
La denuncia plantea un escenario de tensiones políticas en la Asamblea, con el Consejo de Administración Legislativa (CAL) considerando iniciar una investigación oficial. La situación no solo empaña la reputación de Butiñá, sino que también podría tener repercusiones legales para ambas asambleístas, ya que la situación se intensifica en el marco de otras denuncias similares que han sacudido el entorno político de Ecuador.
