Shakira ha dado un paso significativo en su proceso de separación de Gerard Piqué al vender una de las mansiones que compartían en Barcelona. Este inmueble, ubicado en la exclusiva zona de Esplugues de Llobregat, ha sido parte de la vida de la cantante y su ex pareja, un lugar donde sus hijos y familias convivían estrechamente. La venta de la casa, que se realizó por más de tres millones de euros, marca el cierre de un capítulo en la vida de la artista.
El complejo residencial en el que se encontraba esta mansión fue concebido como un espacio ideal para la familia, pero la ruptura de Shakira y Piqué en 2022 hizo que los planes se vinieran abajo. A pesar de que la mansión que vendieron estaba retrasada en su remodelación, su venta significa más que una simple transacción inmobiliaria; es un símbolo del desmembramiento de sus sueños compartidos y su futuro en común.
Aún quedan dos casas en el complejo que no han sido vendidas, valoradas en casi 11 millones de euros. Estas residencias cuentan con lujosas comodidades, como piscina y gimnasio, pero siguen sin encontrar comprador. La propiedad ha sido el escenario de los momentos más mediáticos de su separación, como el famoso gesto de Shakira colocando una figura de bruja, convirtiéndose en un símbolo de su ruptura y su nuevo rumbo artístico.
