Ernesto Barajas, el reconocido vocalista de Enigma Norteño, fue asesinado el 19 de agosto en Zapopan, Jalisco. A sus 38 años, Barajas era un destacado intérprete de narcocorridos, un género musical vinculado a la vida del crimen organizado en México. Su muerte marca un duro golpe para el mundo de la música regional, ya que Barajas había recibido amenazas del crimen organizado en varias ocasiones.
El ataque que le costó la vida también dejó a otras dos personas heridas en el lugar. La noticia fue confirmada por su oficina de management, Tanto Líder. Enigma Norteño ganó popularidad con canciones que relataban historias de personajes del Cártel de Sinaloa. Sin embargo, su éxito no vino sin conflictos; el grupo enfrentó problemas con las autoridades y cárteles rivales, lo que les llevó a cancelar presentaciones por amenazas explícitas.
La muerte de Barajas resalta los riesgos que enfrentan los artistas en México, especialmente aquellos que se involucran en el género regional que trata temas sobre el narcotráfico. En versiones anteriores, Barajas se había expresado sobre la censura a los corridos, defendiendo su derecho a cantar sobre realidades que afectan a la sociedad mexicana. La incertidumbre y el miedo persisten en el sector musical tras este trágico suceso.
