
Jillian Michaels, la excoanfitriona de The Biggest Loser, ha emitido una contundente respuesta a las acusaciones presentadas en el nuevo docuseries de Netflix, Fit for TV: The Reality of the Biggest Loser. Este programa incluye alegaciones de su excoanfitrión Bob Harper y del consultor médico Dr. Robert Huizenga, que han insinuado comportamientos poco éticos de Michaels durante su tiempo en el programa. Para desmentir estas afirmaciones, Michaels ha compartido documentos históricos que, según ella, prueban que estos relatos son falsedades.
Entre las acusaciones en el docuseries, se mencionan supuestas restricciones severas en la ingesta calórica de los concursantes y la administración de píldoras de cafeína. En respuesta, Michaels ha presentado correos y mensajes que demuestran su interacción con concursantes, argumentando que nunca limitó su ingesta a niveles peligrosos como se ha afirmado. Michaels ha manifestado su intención de considerar acciones legales contra el docuseries y sus creadores, buscando restaurar su reputación.
A lo largo de su tiempo en The Biggest Loser, Michaels ha sido una figura polarizadora y su salida del programa en 2014 estuvo marcada por diferencias fundamentales con los productores. En su defensa, ha invitado a sus seguidores a evaluar sus pruebas y ha enfatizado la importancia de la veracidad en las narrativas sobre los concursos de pérdida de peso. La discusión sobre su legado y las realidades del programa sigue generando controversia en las redes sociales y los medios.