
Soria, una de las provincias con mayores masas forestales de España, ha logrado mantener a raya los incendios forestales gracias a una antigua tradición conocida como suerte de pinos. Esta práctica, que se remonta a siglos atrás, permite a la comunidad gestionar y distribuir los recursos forestales de manera sostenible, fortaleciendo el vínculo entre los vecinos y los bosques.
La suerte de pinos implica un sistema de concesiones de lotes de madera entre los miembros de la comunidad, asegurando que quienes acceden a estos recursos cumplan ciertos requisitos de arraigo local. Este método no solo contribuye a la economía de los habitantes, sino que también ha creado una cultura de protección hacia los bosques, lo que ha resultado en una notable reducción de grandes incendios en la región.
Con un enfoque en la gestión forestal sostenible y la participación activa de los vecinos, Soria presenta un modelo que podría servir de ejemplo para otras regiones afectadas por incendios. La historia de la suerte de pinos resalta la importancia de las tradiciones locales en la conservación del medio ambiente y la lucha contra la despoblación.