
El Presidente de Ecuador, Daniel Noboa, ha emitido un conjunto de decretos que transformarán la estructura del gobierno al fusionar varios ministerios. Esta medida tiene como objetivo mejorar la eficiencia administrativa y reducir costos, en un intento de alinearse con las recomendaciones del Fondo Monetario Internacional para la austeridad fiscal. Dentro de estas fusiones, el Ministerio de Energía y Minas se unirá al Ministerio de Ambiente y Transición Ecológica para crear el nuevo Ministerio de Energía, Ambiente y Recursos Naturales, respondiendo a la necesidad de integrar políticas de desarrollo sostenible con la gestión energética.
Otras fusiones significativas incluyen la unión del Ministerio de Agricultura y Ganadería con el Viceministerio de Acuacultura y Pesca, dando lugar al nuevo Ministerio de Agricultura, Ganadería y Pesca. Además, el Ministerio de Transporte y Obras Públicas se combinará con el Ministerio de Desarrollo Urbano y Vivienda, resultando en un nuevo ente que centraliza infraestructuras y políticas urbanas. La reestructuración también impactará al Ministerio de Cultura y Patrimonio, que se fusionará con el Ministerio de Turismo para formar once ministerios nuevos, cada uno con funciones más amplias y un enfoque en la colaboración interministerial.
Sin embargo, estas medidas han generado críticas y controversias dentro de la esfera política. Grupos como el correísmo y Pachakutik han manifestado su preocupación, impulsando un control parlamentario sobre estas fusiones y los posibles despidos de empleados públicos. Si bien el gobierno sostiene que estas fusiones permitirán una administración más ágil y eficiente, los detractores advierten que podrían complicar la especialización de políticas públicas cruciales, lo que tendrá un impacto significativo en la gobernanza del país en el futuro cercano.