El suministro de asfalto en Quito, proporcionado por la Refinería de Esmeraldas, se ha visto reducido, lo que ha causado la paralización de los 47 frentes de obra en la ciudad. A pesar de que el municipio ha recibido entre 30 y 32 autotanques diarios para todo el país, solo 8 han sido destinados a Quito, lo que ha generado un estancamiento en los proyectos de rehabilitación y mantenimiento vial.
La falta de asfalto ha llevado a un riesgo significativo de retraso en la ejecución de un presupuesto municipal de 9,6 millones de dólares. El alcalde Pabel Muñoz ha señalado que esta situación no es solo un problema de la capital, ya que la entrega de asfalto ha sido suspendida nuevamente, afectando la capacidad del municipio para avanzar en obras esenciales, especialmente las cercanas a escuelas y áreas comerciales.
Pese a esta crisis, el Municipio de Quito continúa con algunas obras que son posibles con el suministro limitado de asfalto, priorizando proyectos necesarios para la movilidad urbana. El avance más inmediato se verá en rehabilitaciones y mantenimientos que comienzan en diferentes calles de la ciudad a partir del 15 de agosto, aunque múltiples proyectos quedan pendientes a la espera de un reabastecimiento adecuado.
