
En una reciente sesión, la Asamblea Nacional de Ecuador rechazó la objeción presidencial presentada por el presidente Daniel Noboa sobre la jubilación especial para los vigilantes de la Comisión de Tránsito del Ecuador (CTE). Esta decisión fue significativa, ya que mantenía en el aire el futuro de la normativa que buscaba mejorar las condiciones de retiro para este grupo de trabajadores. La objeción, respaldada por la Corte Constitucional, señalaba la inconstitucionalidad de varios artículos del proyecto original, los cuales fueron considerados deficientes en términos técnicos y jurídicos.
El debate suscitado por esta objeción fue intenso, con legisladores como Eckenner Recalde defendiendo el espíritu del proyecto y buscando ajustes que garantizaran principios de igualdad y no discriminación. Sin embargo, su moción para aprobar una redacción revisada del proyecto no logró el apoyo necesario, resultando en un rechazo rotundo con 144 votos en contra y apenas una abstención. Este resultado pone un freno considerable al avance de una ley que es crucial para el bienestar del cuerpo de vigilancia de la CTE.
La incapacidad de la Asamblea Nacional para aprobar algún cambio deja a la jubilación especial de los vigilantes en una situación incierta. Los legisladores se enfrentan ahora al desafío de crear una nueva propuesta o encontrar un consenso que permita enmendar la ley existente. La prioridad sigue siendo garantizar una legislación que beneficie adecuadamente a estos trabajadores, lo que requerirá un proceso de análisis y debate cuidadoso.