
Jerry Bruckheimer, el productor de F1: The Movie, revela que hubo preocupación entre los equipos de Fórmula Uno acerca de cómo se retratarían en la película. La principal inquietud era que una de las escuderías pudiera ser vista como villana, lo que podría afectar la reputación de la competición. Bruckheimer comentó que el proceso de colaboración con la Fórmula Uno fue intenso, ya que los equipos querían asegurarse de que la película no perjudicara su imagen.
Bruckheimer explicó que, a pesar de que el equipo estuvo dispuesto a colaborar y ofrecer acceso a sus pistas y pilotos, los responsables del deporte fueron cautelosos al principio. Tenían 10 equipos involucrados y estaban preocupados de que uno de ellos fuera demonizado. Sin embargo, tras mostrar una serie de reels que demostraban la visión del director Joseph Kosinski, las preocupaciones comenzaron a disiparse.
Finalmente, se llegó a un consenso sobre la narrativa de la película, que se centra en la rivalidad entre los dos pilotos principales, no en la competencia entre los equipos. Esta decisión ayudó a generar confianza, y ahora los equipos y pilotos están contentos con el resultado, viéndolo como un impulso positivo para el deporte en general.