
La Asamblea Nacional de Ecuador ha dado un paso histórico al aprobar con 81 votos a favor, una reforma que busca eliminar el fondo partidario. El presidente Daniel Noboa impulsa esta iniciativa, que pretende redirigir más de 260 millones de dólares, fondos que desde 2008 han sido destinados a partidos políticos, hacia áreas críticas como salud y educación. Esta reforma será sometida a un referéndum para su ratificación, buscando dar voz a los ciudadanos sobre el uso de recursos públicos.
El debate en la Asamblea Nacional reveló posturas divididas respecto a la reforma. Los defensores argumentan que los fondos no han fortalecido la democracia ni mejorado la calidad de los partidos políticos, mientras que los opositores advierten que la eliminación del financiamiento público podría silenciar voces disidentes y limitar la representación de sectores menos favorecidos. Los votos se alinearon entre quienes ven en la reforma una oportunidad para priorizar necesidades urgentes y aquellos que temen una mayor desigualdad en la política.
A medida que la propuesta avanza hacia el referéndum, se plantea una consulta popular para que los ecuatorianos decidan si apoyan la reforma que eliminaría la obligación del Estado de asignar recursos a las organizaciones políticas. Mientras algunos creen que la reforma responderá a un ‘clamor ciudadano’ por transparencia, otros alertan que podría favorecer a las élites económicas en la política, dificultando la participación de movimientos populares. La decisión final recae en el pueblo ecuatoriano, cuya voz determinará el rumbo de esta trascendental medida.