
El Concejo Metropolitano de Quito llevó a cabo la sesión conmemorativa No. 147, en la que se rindió homenaje a los próceres del 2 de agosto de 1810, una fecha clave en la historia de la independencia del Ecuador. Durante la ceremonia, se colocó una ofrenda floral en la Sala Capitular de San Agustín como reconocimiento a los héroes que sacrificaron sus vidas en esta lucha por la libertad. El alcalde Pabel Muñoz destacó que el primer grito de independencia no fue un accidente, sino una declaración de soberanía de un pueblo ilustrado que exigía sus derechos.
Muñoz subrayó que la búsqueda de justicia social es un compromiso continuo que requiere trabajar para lograr una ciudad más justa y moderna. En sus palabras, enfatizó que el significado de la independencia va más allá de la retirada de las tropas españolas y que cada día implica una lucha por dignidad y equidad para todos los quiteños. Además, el segundo vicepresidente del Concejo, Darío Cahueñas, recordó la historia de los más de 300 quiteños que dieron su vida por la libertad, instando a la comunidad a seguir luchando por un futuro más igualitario.
La ceremonia se convierte en un recordatorio del sacrificio de aquellos que lucharon por la independencia, animando a las nuevas generaciones a inspirarse en su valentía y compromiso. Además, se busca reafirmar la importancia de que la política sirva a las necesidades de la ciudadanía, resaltando el papel de la comunidad en la construcción de un país mejor. En este contexto, las palabras del alcalde y del vicepresidente del Concejo apuntan a un futuro esperanzador y al fortalecimiento de los valores democráticos en Quito.