
El Municipio ha reaccionado ante la rotura de una tubería en La Mica causada por un deslave, lo que ha llevado a la declaración de un estado de emergencia en seis parroquias del sur de la ciudad. Las autoridades han mobilizado un equipo operativo que trabaja incansablemente para restaurar el servicio de agua potable. Este evento ha sido calificado como la emergencia de abastecimiento más grave en los últimos 25 años.
Los trabajos están siendo realizados en condiciones extremas, a alta altitud y bajas temperaturas, donde se ha logrado remover más de 120 mil metros cúbicos de material para habilitar el terreno y colocar una nueva tubería de acero. Además, se han implementado alternativas de distribución de agua, incluyendo el uso de tanqueros, cisternas inflables y puntos fijos en lugares estratégicos, asegurando que la ciudadanía reciba agua gratuita durante esta crisis.
La distribución de agua prioriza las necesidades de hospitales, mercados y comunidades vulnerables, mientras se realizan operativos de control para evitar la especulación. El Municipio mantiene un despliegue permanente de maquinaria y personal técnico para resolver la situación lo más pronto posible, con una coordinación activa entre diferentes entes para garantizar el apoyo a la comunidad afectada.
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