El alcalde de Quito, Pabel Muñoz, ha movilizado a un amplio contingente para hacer frente a la emergencia de agua potable que afecta a la ciudad, catalogada como la más significativa en su historia. Un total de 500 funcionarios de Epmaps y personal de otras dependencias están trabajando en la reparación del daño causado por un deslizamiento de tierra, originado por intensas lluvias en la zona del Antisana. Muñoz destacó la gravedad de la situación tanto por el número de afectados como por el tiempo que tomará resolverla.
Las acciones actuales se centran en la remoción de 180 mil metros cúbicos de lodo, lo cual es esencial para acceder y reemplazar la tubería dañada. Hasta el momento, se ha logrado retirar el 45% del lodo en el área afectada, realizando esfuerzos incansables en condiciones climáticas difíciles. El alcalde expresó su agradecimiento a los trabajadores que continúan operando a pesar de las adversidades, señalando que su compromiso es proporcionar agua potable a la ciudadanía afectada por la emergencia.
El municipio también ha establecido medidas para asegurar la distribución de agua potable, utilizando aproximadamente 45 tanqueros que llevan el servicio a las comunidades en crisis. Además, se han establecido puntos fijos de abastecimiento y se está ampliando la red para garantizar que todos los afectados reciban el agua que necesitan. Todos los tanqueros están georreferenciados y son acompañados por personal capacitado, para asegurar un servicio seguro y gratuito a las zonas que enfrentan la emergencia.
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