
Alyssa Farah Griffin, la coanfitriona conservadora de The View, ha compartido su lucha emocional en el programa, revelando que ha llorado en seis ocasiones detrás de cámaras debido a las tensiones generadas por sus opiniones divergentes. Durante una discusión reciente sobre la creación de espacios seguros en el lugar de trabajo, Griffin admitió que, aunque intenta ocultar sus lágrimas para que sus jefes no lo sepan, ha sentido la presión que conlleva ser la única voz diferente en la mesa. A pesar de la dureza del trabajo, reconoce que es un buen empleo.
En el transcurso del programa, los panelistas expresaron su sorpresa ante la confesión de Griffin. Ella mencionó que ha experimentado momentos difíciles mientras discute temas candentes, especialmente en un entorno con panelistas con opiniones opuestas. A pesar de la adversidad y las tensiones que surgen durante las conversaciones, Alyssa subrayó que su productor la apoya cada vez que se siente abrumada, ayudando a alivianar la carga emocional del trabajo.
La moderadora mostró preocupación por la admisión de Griffin y enfatizó la importancia de crear un ambiente donde nadie deba llorar en el trabajo. Alyssa ha tenido que enfrentarse a intercambios acalorados con sus colegas, incluyendo respuestas directas a Sunny Hostin y Ana Navarro, lo que ha llevado a momentos de tensión en el set. A pesar de las dificultades, Griffin continúa comprometida con su rol y busca fomentar un apoyo mutuo entre las panelistas.
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