La demanda de electricidad a nivel mundial ha experimentado un notable incremento del 4.3% en 2024, y se espera que esta tendencia continúe creciendo cerca del 4% anual hasta 2027. Aunque las noticias recientes suelen centrarse en el auge de los centros de datos y el papel de la inteligencia artificial, estos son solo una parte de una narrativa más compleja. Gran parte del aumento se concentra en economías en desarrollo como China, India y el sudeste asiático, donde la expansión de la industria, el aumento de los vehículos eléctricos y el uso generalizado de acondicionadores de aire están impulsando esta demanda de energía.
Particularmente impactante es el caso de China, que ha sido responsable de más de la mitad del crecimiento en la demanda de electricidad global en el último año. Solo en 2024, el país utilizó alrededor de 300 teravatios-hora de electricidad para producir módulos solares y baterías, una cantidad equivalente al consumo anual de Italia. India y el sudeste asiático también están en camino de experimentar un crecimiento considerable, impulsado por su creciente economía y la adopción de nuevas tecnologías. A pesar de que los centros de datos están contribuyendo a esta demanda, se estima que representarán menos del 10% del aumento global hasta 2030, mientras que otros sectores, como el transporte eléctrico y la industria pesada, jugarán un papel más significativo.
El aumento de la demanda eléctrica presenta desafíos y oportunidades en la lucha contra el cambio climático. Si bien el crecimiento en el uso de electricidad puede facilitar la transición a fuentes de energía más limpias, es crucial considerar que muchas redes aún dependen en gran medida de combustibles fósiles. Afortunadamente, el desarrollo de energías renovables, como la energía solar, está programado para cubrir una gran parte de la demanda adicional. Sin embargo, para reducir las emisiones de manera efectiva, es vital que el crecimiento de las fuentes de energía bajas en carbono no solo cumpla con la nueva demanda, sino que también reemplace a las fuentes más contaminantes que aún predominan en muchas regiones del mundo.
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