La producción de F1: La película, protagonizada por Brad Pitt y Damson Idris, se enfrentó a un reto monumental durante la filmación de una secuencia crucial en el Gran Premio de Las Vegas. A diferencia de otras pistas, que permitieron ensayos previos, la naturaleza de la pista en Las Vegas, que es temporal, hizo que el equipo no pudiera practicar antes de grabar, dejando al director Joseph Kosinski preocupado por la seguridad de los actores.
En una escena filmada en medio de la noche, la falta de agarre de los neumáticos y la ausencia de áreas de seguridad hicieron que la tensión aumentara. Los actores, a pesar de no haber pilotado en la pista antes, debían realizar maniobras complejas y rápidas en su primera vez al volante, lo que generó un ambiente de nerviosismo en el set. Kosinski describió esta secuencia como la más estresante de todo el rodaje.
A pesar de los riesgos y momentos inquietantes, como pérdidas de control de los vehículos, los actores lograron capturar tomas impactantes. Con la colaboración de profesionales experimentados y coches homologados por la FIA, la filmación culminó en un éxito, integrando momentos inesperados, incluidos varios giros y derrapes que se convirtieron en parte integral de la película, asegurando una emocionante experiencia para los espectadores.
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