Anderson Cooper y su equipo de CNN vivieron un momento crítico durante un programa en vivo desde Tel Aviv, Israel, cuando las alarmas de missiles sonaron, indicando una amenaza inminente. En medio de una conversación, los periodistas recibieron la advertencia a través de sus teléfonos, lo que llevó a una rápida decisión de evacuar a un búnker cercano para protegerse de un posible ataque.
Cooper explicó en la transmisión que en Israel se dispone de un aviso de 10 minutos antes de que los misiles impacten, lo que puede considerarse un lujo en situaciones de guerra. Mientras se dirigían al búnker, continuaron hablando con calma sobre la situación, dejando claro a los espectadores que era una situación habitual debido a la reciente escalada del conflicto con Irán.
El alarmante momento reflejó la realidad del conflicto que se intensificó tras los ataques de EE.UU. a bases en Irán, generando una respuesta militar de este último. Anderson Cooper, con su característico profesionalismo, mantuvo la calma, pero el episodio recordó a los espectadores la seriedad de la crisis en la región y los riesgos que enfrentan los reporteros en zonas de conflicto.
