
Alanis Morissette, la icónica cantante detrás del aclamado álbum Jagged Little Pill, ha compartido sus experiencias personales sobre la fama repentina que alcanzó a los 21 años. En una reciente entrevista, Morissette reflexionó sobre cómo fue una época difícil para ella en una industria musical que priorizaba las imágenes sexuales y los estereotipos de género. La artista notó que, en su carrera, si no podía ser objeto de deseo para los hombres de la industria, a menudo no sabían cómo interactuar con ella.
Morissette, quien se identifica como una persona altamente sensible y empática, explicó que esto intensificó sus luchas en un entorno donde era común la objetivación de las mujeres. A pesar de su éxito, sentía que carecía de apoyo emocional y que la cultura de los años 90 no favorecía su naturaleza sensible. En su conversación, también mencionó las experiencias traumáticas que enfrentó en sus primeros años y cómo se sintió a menudo culpable por lo que le sucedía.
La cantante reconoció que intentó adaptarse a las expectativas de la industria, incluso sintiéndose obligada a actuar como una extrovertida para encajar. Su historia resuena con muchas mujeres en la industria, subrayando la necesidad de un cambio cultural que apoye a las artistas sensibles y críticas con respecto a la sexualización en el lugar de trabajo. Su reconocimiento y apertura sobre estas experiencias ofrecen una visión valiosa del costo emocional de la fama.