
La relación entre Steven Spielberg y George Lucas es un eje fundamental en la historia del cine moderno. Comenzó en un taller en California, donde una simple broma sobre una cabeza de tiburón llevó a una competencia amistosa en la taquilla. Esta rivalidad se vio marcada por el éxito de sus películas emblemáticas como ‘Jaws’ y ‘Star Wars’, haciendo que cada uno desafiara a su amigo a superar su propio récord de recaudación.
La leyenda cuenta que durante la producción de ‘Jaws’, Lucas profetizó que la película sería un gran éxito, lo que llevó a Spielberg a reírse un poco. Sin embargo, tras los desafíos iniciales que enfrentó su producción, ‘Jaws’ se convirtió no solo en un éxito taquillero, sino que también definió el concepto de blockbuster de verano, permitiendo a Spielberg establecerse como uno de los directores más influyentes de su época.
A lo largo de los años, esta amistad se manifestó en una serie de interacciones divertidas y hasta publicitarias, donde se celebraban los éxitos de ambos. Después del éxito de ‘Star Wars’, Lucas también celebró los logros de Spielberg con un ingenioso anuncio, mostrando su inquebrantable camaradería. Esta dinámica entre los dos ha perdurado y sigue inspirando a generaciones de cineastas y fanáticos por igual.